Unai Alonso, abogado de la Unión de Consumidores de Asturias experto en Derecho bancario, denuncia el maltrato y la discriminación que sufren las personas mayores por parte de los grandes bancos, que en la práctica son excluidos de los servicios financieros (Ver entrevista aquí). Por lo cual nuestra asociación exige al Gobierno una regulación para garantizar la atención personal en las oficinas bancarias y una efectiva prestación de los servicios financieros, en particular de las personas mayores sin habilidades para manejar cajeros y herramientas informáticas.
La banca está por hacer desaparecer el dinero en metálico. Para ello cierra oficinas, despide trabajadores/as y jubila. También se olvida de las personas mayores, el enorme colectivo que la alimentó durante años con sus nóminas y a las que exige una formación en nuevas tecnologías que no tienen. Las personas mayores son las más perjudicadas por esta estrategia de recortes de los servicios bancarios.
En vez de facilitar la atención a las personas que debido a su edad no manejan herramientas informáticas o los cajeros, los grandes bancos imponen un exiguo horario y les exigen que retiren de su cuenta unas cantidades que no se ajustan a sus pensiones. ¿Facilitar los servicios a las personas mayores no forma parte de la responsabilidad social de los grandes bancos? ¿Les costaría mucho más que los controles que hacen para que nadie cobre la pensión de un jubilado fallecido?, a quienes les hacen trasladarse al banco en sillas de ruedas, haga el tiempo que haga, para comprobar que la persona sigue viva. Siguen vivas y dando enormes beneficios a una banca que les está haciendo sufrir una humillación sin precedentes.
CAMBIAR DE BANCO, UNA OPCIÓN RESPONSABLE
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Asimismo, frente a esta situación de exclusión de los servicios financieros, particularmente de las personas mayores, desde la Unión de Consumidores de Asturias exigimos al Gobierno de España y a los Grupos Parlamentarios en el Congreso de los Diputados:
¡Tú eres la Unión de Consumidores de Asturias!