Por la mañana Dacio Alonso, presidente de la Unión de Consumidores de Asturias, anunciaba en rueda de prensa que daba a la Dirección General de Tráfico (DGT) el plazo de una semana para quitar el radar de La Bolgachina (salida de Oviedo en dirección León) y anular todas las sanciones, o de lo contrario presentaríamos denuncia ante la Fiscalía por prevaricación.
A las pocas horas de la denuncia de Dacio Alonso, la DGT hacia pública una nota en la que anunciaba que devolverá el dinero de las sanciones que se pudieron haber cobrado de forma indebida a los conductores que han sido multados por el radar de La Bolgachina, al tiempo que dice haber procedido a la retirada del cinemómetro de su ubicación actual y a su traslado a otro emplazamiento.
La DGT ha explicado, según informa la Agencia EFE, que actualmente se está estudiando el procedimiento y la cobertura jurídica, para facilitar la devolución de las sanciones que pudieran haber estado indebidamente cobradas. Ha asegurado que un pilar fundamental de la política de control de la velocidad es la «credibilidad de los sistemas utilizados, como garantía ante los ciudadanos».
Desde el pasado mes de octubre, en la Unión de Consumidores de Asturias hemos recibido más de 300 consultas de personas que se han visto afectadas por la captura de una imagen de este radar. Un ingeniero gijonés, Samuel Morán, fue la personas que detectó las irregularidades y solicitó información a la Demarcación de Carreteras que emitió un informe donde ratifica que el radar de La Bolgachina estaba situado en el punto kilométrico 3,253 y no en el 3,2 que es donde se estaba sancionando hasta ahora a los conductores que sobrepasaban los 90 kilómetros por hora, limitación en la que estaba fijado ese tramo. Desde la Unión de Consumidores todo nuestro agradecimiento a Samuel Morán por las acciones llevadas a cabo y el reconocimiento por demostrar el valor de no resignarse.