La Unión de consumidores de Asturias lleva años haciendo un seguimiento exhaustivo del comportamiento de RENFE y FEVE en Asturias, recogiendo quejas tras las más de 2.000 cancelaciones de servicios que se han producido desde el año 2016 y viendo cómo el desprestigio y la falta de respeto hacia los ciudadanos ha convertido una situación extraordinaria en algo habitual.
Por este motivo y, dado que hoy visita Asturias Jose Luis Ábalos, la Unión de consumidores ha presentado una denuncia ante el Ministerio de Fomento para solicitar las siguientes medidas:
- La suspensión de la licencia de explotación, de forma cautelar durante un año, en lo que afecta a la explotación de líneas denominadas de ancho métrico, antigua FEVE.
- Durante el tiempo que dure la suspensión, que sea el Ministerio de Fomento quien se encargue de la gestión de FEVE con la premisa de que un servicio público tiene que operar con calidad, puntualidad y rigor.
Además, se presentará una denuncia ante la Fiscalía para que este órgano investigue la presunta comisión de un delito de prevaricación por parte la antigua Ministra de Fomento, Ana Pastor, cuando aprobó en el año 2013 un Real Decreto que permitía la integración de FEVE en RENFE a coste cero, es decir, «sin hacer inversiones en la empresa» y, por tanto, «abocando a la empresa a su cierre«.
En el año 2016, la Asociación presentó una denuncia adminsitrativa al Ministerio de Fomento por el deterioro sistemático de las líneas que explota Renfe operadora de cercanías en Asturias, la antigua FEVE, produciendo cancelaciones de los trenes programados en los distintos tramos que conforman la Red de cercanías en Asturias. A día de hoy, no tenemos conocimiento de que el Ministerio de Fomento haya iniciado un procedimiento sancionador para corregir la irregular conducta de la empresa RENFE-Operadora.
FEVE ha perdido dos millones de pasajeros o mejor dicho se les «ha expulsado» y necesita inversiones tanto a nivel material, técnico y humano. Las repetidas cancelaciones e incidencias se ven agravadas por «la absoluta falta de información a los usuarios» que se acercan a las diferentes estaciones y apeaderos de la compañía, esperando que pase el tren programado y no solo no pasa, sino que tampoco hay nadie que informe, con la consiguiente pérdida de confianza, de tiempo y retraso en la vida ordinaria del usuario.
Tampoco se han habilitado los medios para proceder a compensar los daños y perjuicios generados a sus clientes, en contra de lo que establece la normativa vigente, tanto la actual Ley Ferroviaria como los derechos recogidos en la Ley de Consumidores y usuarios.
Asturias se merece una red de ferrocarril pública, eficiente y rápida.
La Unión de consumidores, ¡Siempre a tu servicio!